miércoles, 2 de octubre de 2013

Roberto Zucco, de Bernard-Marie Koltès.



- ¡Dínos dónde está la salida!
- ¡Por arriba! No hay que querer atravesar las paredes, porque más allá de las paredes hay otra paredes. Siempre está la cárcel. Hay que escapar por los tejados, hacia el Sol. Nunca se pondrá un muro entre el Sol y la Tierra.
- ¿Y los guardias?
- Los guardias no existen. Basta con no verles. De todas formas podría coger a cinco con una sola mano y aplastarles de golpe. 
- ¿De dónde te viene la fuerza, Zucco, de dónde te viene la fuerza?
- Cuando avanzo, avanzo. No veo los obstáculos. Y como no los he visto, caen solos ante mi. Soy solitario, y fuerte. Soy un rinoceronte. (...) No tengo enemigos. Y no ataco, aplasto a los otros animales. No con malicia, porque no les he visto y les pongo el pie encima. (...) No tengo dinero escondido en ningún sitio. No necesito dinero. (...) ¡Mirad el Sol!, ¿no veis nada?, ¿no veis cómo se mueve de un lado a otro?. (...) ¡Mirad lo que sale del Sol, es el sexo del Sol! El viento viene de ahí. (...) Es la fuente de los vientos. 

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