jueves, 27 de febrero de 2014

Dorian, de Carlos Be. (La Pensión de las Pulgas)



Yo iba a publicar una reseña curradísima a colación del estreno de esta obra, remontándome a sus orígenes clásicos, a personajes shakespearianos, a la tradición del teatro isabelino y su traslación al teatro actual.

Para todo ello por el camino he estado investigando sobre el hedonismo cirenaico de Arístipo, su posición sensualista y subjetivista en cuanto al origen del conocimiento, buscado a través de los sentidos. Todo ello engarzado, como no, al personaje principal de Dorian, narcisista y vicioso en busca de la eterna juventud. Insatisfecho, perverso, loco, y lleno de remordimientos; porque por mucho que su fin justifique los medios, y todo se la sude mientras lo hace, llega un momento en que se para a pensar, y reflexiona si todo y a todos los que ha destruido por el camino, le compensa disfrutarlo en solitario. Hasta el pasota mas pasota necesita de una corte que le ría las gracias, en la que regodearse de todo lo que posee, y ser el objeto de las envidias ajenas, porque sin ellos, ¿para qué todo lo demás?

Carlos nos presenta un Dorian actual, que no pierde los rasgos del clásico, en busca del placer por el placer, como cantaba Mcnamara, porque total, no sabe qué hacer. Ambientado en cualquier capital del mundo actual, que conserva los valores descritos en 1890 por Oscar Wilde, porque tampoco hemos cambiado tanto, y quizás ya no vayamos a la ópera a pasearnos y a criticar a los asistentes (antológicas las palabras de Victoria justificando su gusto por Wagner), sino que vamos a la discoteca a encapricharnos de los gogós, y comentar el percal.

Me costó encontrar el que yo llamo "sello Be" hasta que llegamos a la versión moderna de los fumaderos de opio del Londres decimonónico, y es ahí cuando la identidad del texto y la dirección cobran fuerza, y el universo de Carlos se traduce en una imagen viva que se queda en tu retina, como cuando sales de sus "Peceras". David González, Alfonso Torregrosa y el valiente Javier Prieto, merecen mi principal atención, y pasan a formar parte de mi imaginario "Beniano" junto con la Mayordomo (ella se ha ganado perder su nombre y ganar un artículo), Fran Arráez e Iván Ugalde.

En resumen, una "CarlosBe" (y ya dejo de adjetivizar) nunca decepciona, nunca deja indiferente y siempre se recuerda. Ahí queda eso.

martes, 25 de febrero de 2014

Sistema Métrico Decimal.

(Interior de un bar. Suena "Dark Horse" de Katy Perry)
- Ya te lo he insinuado dos veces. ¿Tiene que haber una tercera vez que te tire los trastos?
- Aquí hay un problema, y es que me gusta tu amigo ese de ahí.
- ¿Ese? Ese tiene novio. Y yo tengo 21 centímetros. 
(Arrima la entrepierna a su muslo) 
-Ah, pues si, muy interesante. 
(Fundido a negro) 

jueves, 6 de febrero de 2014

Looking, buscando la serie gay definitiva.



He querido esperar a ver al menos los tres episodios que se han emitido, para ver el porqué tanto revuelo y tanta crítica en torno a la nueva serie de HBO, sobre tres amigos homosexuales en San Francisco.

Que si "cayendo en los tópicos", que si "bien de sexo", que si "ya estamos con que los gays toman drogas", y todo tipo de comentarios que echan por tierra un producto, que en mi opinión, y espero que en un futuro, por muchos, es un "Girls" pero a lo homosexual. Una serie en la que no pasa nada, pero que a través de esa cotidianidad nos cuenta cuenta huchas cosas sobre ellos, y sobre nosotros mismos.

Que el primer episodio comience con un encuentro en una zona de cruising, el segundo nos remita a la búsqueda de un tío sin circuncidar, y en la tercera nos metamos en una sauna, no me hace pensar que estemos cayendo en el estereotipo homosexual de sexo/drogas/fiesta, sino en la vida de cualquier homosexual medio. No me creo que ninguno de nosotros/vosotros no conozca a alguien o haya hecho cualquier cosa de las que se muestran en la pantalla. Y si no es así, no me lo creo.

Es como si ahora nos dedicásemos a criticar que en "Girls" van mucho de compras, en "Mad Men" se pasen el día trabajando demasiado, que en "The Big Bang Theory" juegan demasiado a videojuegos y juegos de rol, o en "Cougar Town" beban mucho vino (bueno, esto si es verdad... )

Dejémonos de cinismos y simplemente veamos lo que viven estos tres amigos, que creo nos van a dar mas de una alegría y mucho mucho drama en lo sucesivo.

Resumiendo la trama, por si aún no sabes nada, tenemos a tres amigos, dos de ellos compañeros de piso. Uno es camarero, otro artista, y otro, creativo de videojuegos. Todos en la treintena o finales de los veintitantos, y todos ellos en busca del amor, y de su lugar en el mundo; con las inquietudes que tenemos todos en cuanto al trabajo, las parejas, la familia, etc.

Buen guión, buenas interpretaciones, buenas localizaciones... Qué mas se puede pedir?